En un reciente documental, el director, catalán, aseguraba que el relato vasco es el de la resistencia. Gente dura, obstinada, que resiste… Desde fuera nos han retratado a menudo con esa imagen: recios, resistentes, firmes. Para bien y para mal. Filias y fobias. Desde el ‘Domuit feroces vascones’ de las crónicas visigodas, que insistían en haber vencido –una y otra vez- esa tenaz rebeldía; hasta la oposición al franquismo, la lucha en la calle, incluso la pertinaz existencia de ETA y sus presos.